lunes, 8 de diciembre de 2008

La crisis como mecanismo de control

La crisis provoca miedo, y el miedo es el mejor y más común de los mecanismos de control

La crisis está provocando miedo a perder el trabajo, miedo a no poder soportar los gastos del universo consumista que nos hemos montado

“No es miedo, es la realidad”, me comentaba una compañera de trabajo, por supuesto que la perdida de empleo es una realidad, lo vemos alrededor nuestro y todos los días nos informan de los despidos masivos que están acometiendo las grandes empresas


Pero la consecuencia de todo esto también es real. El trabajador está perdiendo los derechos y la dignidad, que estaba recuperando con la bonanza económica.

Se acabo hablar de la famosa reconciliación familiar, se imponen las largas jornadas y la reducción de salario. Volvemos a la época de la “fabrica”

Pero lo más interesante de todo esto es la reacción humana. Esto no esta bien, pero tiene su razón de ser, es justificable, y no queda mas remedio que aceptarlo. Lo primero de todo es el beneficio de una empresa, y cada uno, empresario y empleado, asumen su ingrato papel, el de despedir y el de despedido. La ley suprema del beneficio y del incremento de ganancias es incuestionable. Esta por encima de cualquier otro valor. Amen

La misma causa que ha provocado la crisis financiera, es la misma escusa que nos sirve para soportar los despidos. La avaricia, es decir, el mirar solo por los intereses de uno, y el derecho de prosperar individualmente por encima del bien colectivo.

“Esto es una crisis que pasará como otras, la economía es cíclica”, otra gran verdad-escusa instaurada. Lo mejor que se puede hacer es esconder la cabeza, apechugar lo necesario para ver si pasa el temporal, y con un poco de suerte no me pille a mí. Como diría Spock (Star Trek), “es una reacción lógica”, y coherente con el sistema de valores en los que nos movemos

Mientras sigamos pensando en los mismos términos de siempre, repetiremos los mismos errores una y otra vez, para el beneficio de los más pudientes y para desgracia de los más desfavorecidos
¿No sería mejor pensar, que el beneficio de todos podría incrementar el beneficio de cada uno?

Claro que si. Pero, ¿como llevar esto a la práctica con el sistema actual? Es un buen tema para pensar, no?

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